Transplante de maceta
De acuerdo al desarrollo de la planta, cuando ésta rebasa el tamaño de la maceta, deberá transplantarse (aproximadamente cada dos años) a macetas más grandes o directamente en el suelo. Se recomienda dejar cicatrizar en un lugar a media sombra a raíz desnuda, por espacio de 10 a 15 días (en el caso de Ariocarpus hasta un mes o más tiempo). Se debe proporcionar buen drenaje y preferentemente no regar en forma directa sobre la planta (el riego puede ocasionar manchas en la planta). Los ejemplares a transplantar se tienen que lavar con agua corriente a presión para eliminar los posibles parásitos que pudieran introducirse en la colección , o bien mantenerse en estado de cuarentena, aislados del resto de las plantas de la colección. Se planta hasta la altura del cuello de la planta, no se debe enterrar el cuerpo ya que se pueden ocasionar pudriciones. Tenga cuidado que las raíces no se doblen. Las macetas viejas deben lavarse perfectamente antes de volverse a utilizar. Riegue después de 15 días de un transplante.
Luz y aire:
Estos factores son indispensables para todas las plantas. Aquellas que se desarrollan en regiones con mucha luz y calor, al estar en invernadero deben tener como mínimo 50% de luz o su equivalente en malla sombra de 50%. Por su parte las especies que provienen de sitios sombreados y húmedos requieren 60 % de sombra durante todo el tiempo. Debe existir buena ventilación para evitar la proliferación de hongos. Transplante a maceta más grande o a suelo.
o
Debe protegerse la planta del calor que producen los cristales de los invernaderos por medio de mallas sombra en los momentos de mayor intensidad y si están cerca de una ventana, girar la
planta cada 15 a 20 días para evitar deformaciones por el fototropismo (atracción por la luz), lo que no
ocurre cuando se encuentran en campo, azoteas o jardines. Los ejemplares jóvenes son mucho más susceptibles a la incidencia de luz solar directa que los ejemplares adultos. Durante el invierno requieren de un reposo casi absoluto (no riegos, ni variaciones fuertes de temperatura) y de buena ventilación.
La orientación de los invernaderos es muy importante, en nuestro hemisferio, las ventanas deben estar orientadas de oriente a poniente. Demasiada sombra causa alargamientos y demasiado sol causa coloración amarillenta, pardusca o blancuzca de la planta.
Temperatura:
Esta es variable, en zonas desérticas oscila desde -5°C durante el invierno hasta los 45 °C en días calurosos. En general las Cactáceas se adaptan a las temperaturas altas, pero es necesario el frío para estimular la floración del ciclo siguiente. En invernaderos la temperatura debe mantenerse entre 25 a 35 ºC.
Riego:
No se tienen reglas establecidas con exactitud, ya que depende de varios factores que sólo cada viverista determina por su experiencia. Generalmente el sustrato, el calor y la intensidad de la luz del sol de cada estación del año determinará con que frecuencia se debe regar. En primavera – otoño se puede regar a punto de escurrimiento cada 10 o 15 días y en los meses de invierno cada 20 o 30 días en días soleados, en algunos casos se debe suspender el riego durante todo el invierno, dado que estas especies con alta suculencia sometidas a frío intenso, pueden llegara sufrir severos daños por quemadura. La mejor agua para regar como ya se mencionó es la de lluvia, que no contiene sales y está más oxigenada. Es conveniente regar por las mañanas o muy tarde. El agua normal deja manchas blancas sobre el tallo y obstruye los estomas. Una forma para regar plantas que proceden de suelos con alto contenido de yeso es disolver yeso comercial en agua (250 gr. por litro de agua), dejar reposar 24 horas y con el sobrenadante aplicar el riego.Es conveniente asegurarse que la maceta no retenga demasiada agua en la parte inferior, ya que proporcionar nuevos riegos en estas condiciones es predisponer a la planta a una pudrición de raíces
Fuente: :http://biblioteca.inifap.gob.mx:8080/jspui/bitstream/handle/123456789/1250/97.pdf?sequence=1
La orientación de los invernaderos es muy importante, en nuestro hemisferio, las ventanas deben estar orientadas de oriente a poniente. Demasiada sombra causa alargamientos y demasiado sol causa coloración amarillenta, pardusca o blancuzca de la planta.
Temperatura:
Esta es variable, en zonas desérticas oscila desde -5°C durante el invierno hasta los 45 °C en días calurosos. En general las Cactáceas se adaptan a las temperaturas altas, pero es necesario el frío para estimular la floración del ciclo siguiente. En invernaderos la temperatura debe mantenerse entre 25 a 35 ºC.
Riego:
No se tienen reglas establecidas con exactitud, ya que depende de varios factores que sólo cada viverista determina por su experiencia. Generalmente el sustrato, el calor y la intensidad de la luz del sol de cada estación del año determinará con que frecuencia se debe regar. En primavera – otoño se puede regar a punto de escurrimiento cada 10 o 15 días y en los meses de invierno cada 20 o 30 días en días soleados, en algunos casos se debe suspender el riego durante todo el invierno, dado que estas especies con alta suculencia sometidas a frío intenso, pueden llegara sufrir severos daños por quemadura. La mejor agua para regar como ya se mencionó es la de lluvia, que no contiene sales y está más oxigenada. Es conveniente regar por las mañanas o muy tarde. El agua normal deja manchas blancas sobre el tallo y obstruye los estomas. Una forma para regar plantas que proceden de suelos con alto contenido de yeso es disolver yeso comercial en agua (250 gr. por litro de agua), dejar reposar 24 horas y con el sobrenadante aplicar el riego.Es conveniente asegurarse que la maceta no retenga demasiada agua en la parte inferior, ya que proporcionar nuevos riegos en estas condiciones es predisponer a la planta a una pudrición de raíces
Fuente: :http://biblioteca.inifap.gob.mx:8080/jspui/bitstream/handle/123456789/1250/97.pdf?sequence=1